La escuela de responsables del MCC
«El Movimiento de Cursillos de Cristiandad necesita formar personas que sepan, quieran y puedan animarlo, impulsarlo y vivificarlo en sus tres tiempos: Precursillo, Cursillo y Poscursillo.» I.F nº 557 «Son integrantes de la Escuela los hombres y mujeres que, habiendo vivido la experiencia de un Cursillo de Cristiandad, acepten libremente -y como vocación específica- asumir la misión evangelizadora de la Iglesia, desde lo específico de la identidad del Movimiento.» I.F. nº 556.
La Escuela del MCC ha de ser:
- Escuela de santidad: «la vida según el Espíritu, suscita y exige de quienes forman parte de ella el seguimiento y la imitación de Cristo» I.F. nº 527
- Escuela de comunión: «no resulta de la yuxtaposición de las individualidades de sus integrantes, sino la unidad de todos en un mismo Maestro y Señor, en una misma mentalidad y en una misma finalidad» I.F. nº 537
- Escuela de Formación: «como respuesta a la llamada a crecer, a madurar continuamente, a dar siempre más fruto» I.F. nº 538
Nuestra organización
Actualmente formada por miembros que, llamados por el Consiliario y el Presidente a formar parte de la Escuela, han aceptado trabajar en esta parcela de la Iglesia como concreción de su vocación personal, respuesta a la llamada del Señor como bautizados y reconociendo ahí su lugar de servicio a la Iglesia.
De este grupo hay algunas personas que son responsables de las distintas áreas de trabajo y que forman el Secretariado. Es muy importante que todo miembro de la Escuela esté implicado en alguna de los grupos o áreas de trabajo. De esta manera todos colaboramos en que el MCC sea fiel a su esencia y finalidad, se mantenga dinámico y activo en nuestra diócesis, siga sirviendo a la Iglesia diocesana. Como tantas veces hemos dicho la Escuela es el «motor» del MCC.
Además la Escuela se reúne mensualmente para conocer más el Movimiento, reflexionar y analizar nuestra tarea, abrir nuevos caminos, elaborar nuevos proyectos, revisar objetivos… «La Escuela asume como finalidad propia la de intensificar la vivencia de lo fundamental cristiano en cada uno de sus miembros, en el Movimiento y en los ambientes donde se mueven» I.F.nº 553